En Diciembre de 2023, tras realizar la ruta de la Cascada del Boquerón, en El Espinar, completé la mañana acercándome a la localidad de Valdeprados, un pequeño y bonito pueblo, que esconde en sus alrededores un gran tesoro natural, la Risca de Valdeprados, un cañón horadado por la acción del río Moros durante miles de años:
Índice
Ruta a la Risca de Valdeprados
3’3 KM | 50′ | Muy Baja | 14 M. | Todas | No | No | No |
Valdeprados
Parking
Para realizar esta ruta de senderismo, dejé el coche en una calle cualquiera del pueblo, la verdad, justo tras pasar la iglesia. Concretamente en este punto, había un par de coches estacionados, y allí dejé el mío entre medias:
Iglesia de Santa Eulalia de Mérida
Edificio de estilo herreriano, destaca por su torre-campanario:
El acceso se realiza a través de un porche con artesonado de madera:
Su interior guarda valiosas obras de arte: un retablo mayor realizado en 1791, obra rococó de transición al Neoclasicismo; con el retablo lateral de santa Bárbara, ejecutado en 1773 por el tallista Agustín García de Marugán; y una pintura tardomanierista, que representa a la Virgen del Rosario con donantes, del llamado Maestro de Maello:
Torreón de los Condes de Puñonrostro
Es una notable construcción del S. XV, de forma rectangular y consta de cuatro pisos:
Al exterior, su característica más notable es la de contar, en la parte alta, con unos balcones amatacanados, dos en cada lado mayor y uno en el lado menor. Aunque hoy carece de almendrado, posiblemente lo tuvo cuando fue construido:
Hoy en día, es propiedad del prestigioso escultor Luis Sanguino (afincado en el pueblo desde 1990), si bien en la época medieval, en la que se usaba como castillo, se le entregó a Juan Arias Dávila, cuarto señor de Puñonrostro (el cual recibió en 1523 el título de conde, por participar en la Guerra de las Comunidades, siendo fiel a Carlos I de España). Además, en sus muros, se dice que pudo llegar a pernoctar Isabel la Católica:
Aunque no se puede visitar, al ser propiedad privada, sí se puede ver la torre desde numerosos puntos del pueblo, que te dan distintas perspectivas.
Escultura ecuestre al caballo moreno
Escultura al caballo moreno, creada por el propio Luis Sanguino, en la plaza que lleva su nombre. Según la leyenda, el rey iba a obsequiar a Arias Dávila, su hombre de confianza, con tanta tierra como pudiese abarcar con el mejor de sus caballos. El noble partió desde Segovia a todo galope y su caballo negro quedó desplomado y muerto justo en el lugar donde se encuentra el Torreón de los Condes de Puñoenrostro, por lo que también es conocido como el Castillo del Caballo Moreno:
Arquitectura popular
Aunque se trata de un pequeño pueblo, en Valdeprados encontrarás bonitos rincones, con bellas casas de piedra. Seguro que te encantará:
Parque Infantil
Siguiendo con la ruta, abandonamos el pueblo, y en sus afueras se encuentra un precioso parque infantil, con un puentecillo y partido en la mitad por un arroyito:
Ruta a la Risca de Valdeprados
Camino de las Minas
La ruta comienza con un placentero paseo, al lado de una idílica praderita con vacas pastando y el mismo arroyito que va a parar al parque infantil:
El paseo está asfaltado y perfectamente transitable con carritos de bebé:
Llega un momento donde hay un par de puertas giratorias, una a cada lado del puente de 5 ojos, sobre el rio Moros. Tomamos la primera que nos encontramos, ya que ahí comienza la ruta a la Risca de Valdeprados. Después podemos salir por esta misma puerta o la que hay en la otra orilla si queremos explorar un poco el otro lado:
Río Moros
El río Moros, afluente del río Eresma, nace en la ladera SO del Montón de Trigo (2161 m), en la zona llamada “Garganta de los Ojos del río Moros”, a unos 2000 m de altitud:
Se trata de un buen río, en la época de mi visita transitaba con buen caudal de agua:
La zona tiene mucho encanto, hay árboles aislados que parecen islas en mitad del río:
La presencia de abundante musgo es sinónimo de la escasa contaminación ambiental de este magnífico paraje:
Puente de los Enamorados
Como todas las leyendas, la del puente de los enamorados tiene su origen en la historia de las dos poblaciones que une: Valdeprados y Vegas de Matute.
Ambos pueblos cuentan con torres, palacios y documentos que prueban la presencia regia y de otros nobles linajes al menos desde el S. XIII. También los restos del puente de piedra que quedan en pie, con el comienzo de un arco y dos cruces talladas en sus sillares de caliza apuntan a época medieval, periodo en el que se sitúa la historia de Rodrigo y Guiomar, él, heredero de un noble linaje, había sido enviado por su padre a residir a la torre de Valdeprados para alejarlo de zonas de guerra. Ella, hija de un honrado hidalgo, residía en el castillo de Vegas de Matute. Siendo ambos de la misma edad, eran inseparables, y allí donde se veía a uno, estaba el otro:
El punto de inicio de sus diarias aventuras era el puente que cruzando el río Moros, unía las dos poblaciones vecinas. Al cumplir los 16 años, el padre de Rodrigo regresó con la intención de llevar a su hijo a hacerse cargo de su territorio y casarlo adecuadamente. La última vez que se vieron Guiomar y Rodrigo fue en este puente. Ella dijo con tristeza que le echaría de menos pero que entendía la situación. Mientras ella hablaba, Rodrigo se dio cuenta de lo mucho que amaba a Guiomar y comenzó a sentir un gran dolor que solo pudo aliviar abrazando a Guiomar, que le devolvió el abrazo envuelta en lágrimas. Y así, abrazados, la tristeza pudo con sus vidas…. y desde entonces las gentes de la zona conocen este paraje como el puente de los enamorados:
Para seguir con la ruta, tienes que localizar unas escaleras con barandilla que permiten sortear la peña cómodamente. Puede que no las veas si estás haciendo fotos al puente. Se encuentran a la derecha del camino por donde vamos, un poquito antes de llegar al puente. Como veis se ha hecho más accesible la ruta para que esté al alcance de todos. Aún así, las escaleras de piedra están bastante empinadas (y un poco irregulares) y los niños pequeños necesitarán de ayuda para subir:
Mirador de la Risca de Valdeprados
La Risca es un cañón fluvial excavado por el río Moros a lo largo de los últimos 400.000 años. Se caracteriza por ser muy angosto y vertical, una morfología que no es nada habitual que se desarrolle en gneis, una roca metamórfica que suele generar valles mas abiertos:
Para facilitar contemplar esta risca, se ha habilitado un mirador de madera, para poder tener una magnifica visión panorámica de la risca, en un entorno seguro:
La garganta supera los 40 metros de alto, los 400 metros de largo y llega a tener poco mas de 3 metros de ancho en el fondo del cañón por lo que se podría considerar un auténtico desfiladero:
Si no tienes vértigo, te puedes asomar un poco para ver como fluye el río Moros por este cañón:
Esta incisión realizada por el río Moros es la única garganta en gneis con esta morfología que hay en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, y en España solo existe algo similar, aunque con más pendiente y saltos de agua, en la garganta del río Nuria en Gerona (les Gorgues del Núria):
Encuadrado en el LIC de los Valles del Voltoya y el Zorita, esta garganta alberga algunas de las especies más destacadas de este Espacio Natural Protegido. En la Risca, la nutria (Lutra lutra), el milano real (Milvus milvus) o el martín pescador (Acedo atthis) constituyen poblaciones estables dentro de este lugar de la Red Natura 2000. En las paredes verticales de la risca se pueden contemplat’ colonias de avión roquero (Hirundo rupestris). Esta zona se encuentra además dentro de un área sensible del ámbito de aplicación del plan de recuperación del águila imperial Ibérica (Aquila heliaba adalberti) en Castilla y León y se sitúa a pocos kilómetros de una zona de importancia para la cigüeña negra (Ciconia nigra),
La Risca y su entorno son áreas claves en el objetivo de conservación del Catálogo de Flora protegida de la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Se pueden contemplar dos habitats diferentes a lo largo de la senda, el de bosques Salix alba y Populus nigra en la ribera y el de encinares de Quercus ilex y Quercus rotundifolia en las laderas. Destacar el apio rastrero o enano (Apium repens), especie que crece en la ribera del Río Moros. Se trata de una hierba perenne, especie rara incluida bajo la categoría de «Atención Preferente»:
Una vez maravillados con la Risca y su entorno, no queda más que volver sobre nuestros pasos y volver a Valdeprados. Opcionalmente puedes cruzar el Puente de los Enamorados, imitando a Rodrigo y Guiomar, y transitar por la otra orilla del río Moros. Hay una puerta giratoria a cada lado del puente de los 5 ojos, que permite conectar con el Camino a las Minas, y así volver al pueblo, dando por finalizada la bonita jornada de hoy.